
EL SUEÑO
Durante el sueño, el Ego se escapa del cuerpo físico. Esta
salida del Ego es necesaria para que el cuerno vital pueda re-
parar el cuerpo físico. En los mundos internos el Ego anda so-
ñando. Realmente podemos asegurar que el Ego se lleva sus
sueños a los mundos internos. En los mundos internos el Ego
se ocupa de las mismas cosas que lo tienen fascinado en el fí-
sico. Así vemos al carpintero durante el sueño en su carpinte-
ría, al policía cuidando calles, al peluquero en la peluquería,
al herrero en su herrería, al borracho en la taberna o cantina,
a la prostituta en la casa de sus placeres, entregada a la luju-
ria, etc., etc. Viven todas esas gentes en los mundos internos
como si estuvieran en el mundo físico. A ningún viviente se le
ocurre preguntarse a sí mismo durante el sueño si está en el
mundo físico o en el astral. Los que se han hecho semejante
pregunta durante el sueño, han despertado en los mundos in-
ternos, entonces con asombro han podido estudiar todas las
maravillas de los mundos superiores. Sólo acostumbrándonos
a hacemos semejante pregunta de instante en instante durante
el estado llamado de vigilia podemos llegar a hacernos seme-
jante pregunta en los mundos superiores durante las horas en-
tregadas al sueño. Es claro que durante el sueño repetimos
todo lo que hacemos durante el día; si durante el día acos-
tumbramos a hacernos esta pregunta, durante el sueño noc-
turno, estando fuera del cuerpo, resultaremos repitiéndonos la
misma pregunta. El resultado será el despertar de la concien-
cia.
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