Escucho el borboteo bajo el puente,
el susurro del viento trae tu nombre a mi mente.
¡Oh amada mía!, ¿quién te mira mientras estás dormida?
¡Oh amor verdadero!, ¿quién te ama como yo te quiero?
Escucho la algarabía de los niños en la plazuela,
un sollozo infantil cruza de puntillas mi puerta.
¡Calla mi niña y no llores!,
que me apena verte sufriendo por todos los rincones.
¡Acercate mi niña y cuéntame tus penas!
¡Acercarte mi niña!, que yo las borraré de tu mente
aunque corran por mis venas.
Yo me iré con tus penitas
y las cambiaré por el alegre canto de un pájaro,
yo me las llevaré para siempre
con un cálido abrazo.
¡Cuéntame mi niña!, ¿qué es lo que te inquieta?
Déjame que lo pierda muy hondo;
en mi zurrón de cosas funestas.
Lo cerraré con fuerza, lo tiraré bajo el puente
y tus penitas se irán río abajo con la corriente.
Mi niña, deja que aquello que te hace sufrir
se lo lleve el río bajo el puente.
Mi niña, deja que el borboteo de tu malestar
se desvanezca de tu mente.
Siento Mis Latidos