"Pongame cinco euros"
El empleado le preparó los churros y entregó la bolsa al maestro.
Éste no tenía cambio y le dio un billete de veinte euros.
El vendedor de churros cogió el billete, lo guardó en la caja y se dispuso a atender al siguiente cliente.
"¿Dónde está mi cambio?" le preguntó el maestro zen.
El vendedor de churros le respondió:
"Su cambio sólo puede venir de su interior"
(Vía Dokusho Villalba)
11 comentarios:
qué listo...
Bs.
El despertar no significa el aprovecharse de uno, muy listo. Un Fuerte ABRAZO
¡jaja! seguro que no le aprovecharon los churros al maestro y el empleado un listillo.
Un saludo.
Menuda filosofía, muy listo el vendedor de churros.
Un saludo.
“El Zen vivo es el atajo más directo para alcanzar la iluminación sin realizar esfuerzo alguno dondequiera que te encuentres”. (Maestro chino Ying-an)
Hola Salva, me pillas estos días releyendo La Esencia del Zen, de Thomas Cleary, 1989.
“Hay lugares en los que te invitan a trabajar o a sentarte en calma. Nosotros no hacemos nada de esto. Con un mínimo de esfuerzo podrías comprender fácilmente. ¿Porqué, entonces, no comprendes?La respuesta es sencilla, lo único que te impide alcanzar la comprensión es el flujo incesante de la conceptualización”. (Maestro Foyan)
Un placer haber coincidido y compartido estos momentos mutuos.
Un abrazo, amigo.
Muy chulo el cuento y muy listo el vendedor de churros.
Un Abrazo.
Vaya... vaya... vaya... con el vendedor, lo vió venir...
Gracias.
Un abrazo.
Vaya con el listo del churrero ja ja
Con algún retraso, pero aquí estoy, Salva.
Un fuerte abrazo.
Hola Salva,
Ha pasado tiempo desde que no hago visitas y me encuentro con tu texto que me lleva a pensar que incluso lo no demasiado justo puede abrirnos al conocimiento interior. Por cierto, te invito al nuevo blog que he abierto y que trata precisamente de la conciencia. Aquí te dejo la dirección rutadeconciencia.blogspot.com.es
Un abrazo
Salva Fabulosa imagen muy cierto este relato, hay quien se aprovecha del conocimiento aun no correspondiendo Saludos
Bonita fotografía y buena lección. Es el hombre el hijo de la inmortalidad y el nexo de todo. Si el ser humano es capaz de cerrar sus sentidos exteriores y abrir los interiores, descubrirá que en su interior se encuentra la trascendencia, pero es una batalla, su batalla, donde no hay ni guerreros ni flechas, donde cada hombre debe luchar solo. Es el conocimiento más secreto y el descubrimiento de uno mismo.
Gracias por unirte a mi espacio.
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