"Con ellos comparto y con ellos recuerdo"

jueves, 15 de septiembre de 2011

DIOS NO ESCUCHA MIS PLEGARIAS

Dios es un buen amigo, siempre tiene un rato libre para escuchar mis plegarias.


Sin embargo, hay tanta gente que dice que sus oraciones han quedado sin respuesta...

Ninguna oración - y una oración no es más que una ferviente afirmación de lo que ya es - queda sin respuesta. Cualquier oración - cualquier pensamiento, cualquier afirmación, cualquier sentimiento - es creador. En la medida en que sea fervientemente sostenido como una verdad, en esa misma medida, se hará manifiesto en vuestra experiencia.
Cuando se dice que una oración no ha sido respondida, lo que realmente ocurre es que el pensamiento, palabra o sentimiento sostenido de modo más ferviente a llegado a ser operativo. Pero lo que has de saber - y ese es el secreto - es que detrás del pensamiento se halla siempre otro pensamiento - el que podríamos llamar Pensamiento Promotor -, que es el que controla el pensamiento.
Por lo tanto, si rogáis y suplicáis, parece que existe una posibilidad mucho menor de que experimentéis lo que pensáis que habéis decidido, puesto que el Pensamiento Promotor que se halla detrás de cada súplica es el de que en ese momento no tenéis lo que deseáis. Ese Pensamiento Promotor se convierte en vuestra realidad.
El único Pensamiento Promotor que puede ignorar este pensamiento es uno fundado en la fé en que Dios concederá cualquier cosa que se le pida, sin falta. Algunas personas poseen este tipo de fe, pero muy pocas.
El proceso de la oración resulta mucho más fácil cuando, en lugar de creer que Dios siempre dirá “sí” a cada petición, se comprende intuitivamente que la propia petición no es necesaria. Entonces la oración se convierte en una plegaria de acción de gracias. No es en absoluto una petición, sino una afirmación de gratitud por lo que ya es.



Bendiciones para todos vosotros.

7 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Toda oraciòn que nace desde el corazòn, sube al cielo y jamàs regresa vacìa!!

Un abrazo grande Salva.

Mari Carmen dijo...

Uffffffffffffff Salva, qué pedazo de entrada. no te digo más que que me la llevo al blog.
Gracias cielo nuevamente por compartir.
Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

Magnífico Salva!

Una excelente observación sobre la oración!

Cuando la oración se utiliza para dar gracias, toda nuestra vida se llena de Amor verdadero, porque el bien llega como natural y es aceptado tal cual se da, sin preferencias ni imposiciones del ego...

Gracias querido Maestro por ayudarnos siempre a reflexionar y meditar sobre estos temas trascendentales para trascender nuestras limitaciones espacio temporales, tristemente asumindas.

Se dice que en la oración uno le habla a Dios, en cambio en la meditación es Dios quien nos habla... y es precisamente, en lo que desemboca esta actitud inegoísta que promueves desde esta maravillosa entrada!

La Gracia siempre llega al discípulo bien dispuesto!

Gracias Salva, un abrazo enorme!

♥Alicia dijo...

Me sumo al comentario de Adriana Alba.
Llego a tu interesante blog para saludarte y desear para tí y quíenes amas un feliz fin de semana.
Besitos.

JAVIER AKERMAN dijo...

¡Magistral! Querido Salva... ¡Magistral!
Un fuerte abrazo.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hola Salva, puedes pasarte mañana por mi blog, tienes un premio por los 1000 seguidores y una entrada especial con un vídeo de poesía dedicado a una gran poeta y persona a quien admiro
Con ternura
Sor.Cecilia

Laura dijo...

Entonces la oración se convierte en una plegaria de acción de gracias. No es en absoluto una petición, sino una afirmación de gratitud por lo que ya es.

Tu lo escribes en tu texto. Así comprendo lo que es orar.

Una entrada preciosa.

Besos

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