"Con ellos comparto y con ellos recuerdo"

martes, 17 de mayo de 2011

AMOR-LIBERTAD-SOLEDAD


Una vez fuí invitado a la casa de una familia. Por la tarde estaba sentado en el jardin. El sol se estaba poniendo y era un atardecer maravilloso y silencioso. Los pájaros estaban volviendo a los árboles, y el niño pequeño de la familia estaba sentado a mi lado. Simplemente le pregunté:
¿Sabes quién eres?
Los niños son más listos, más receptivos que los mayores, porque los mayores ya están viciados, corrompidos, contaminados con todo tipo de ideoligías, de religiones. El niño me miró y me dijo:
Me estás haciendo una pregunta muy difícil.
Yo le contesté:
¿Dónde está la dificultad?
Él me contestó:
La dificultad está en que yo soy el único hijo de mis padres y por lo que puedo recordar, cada vez que viene algún invitado me dice que tengo los ojos de mi padre, otro dice que tengo la nariz de mi madre, otro dice que tengo la cara de mi tío. Así que no sé quién soy, porque nadie dice que tenga nada mío.


Esto es lo que se hace con todos los niños. No dejas al niño solo para que experimente él mismo, y no dejas que el niño se convierta en él mismo. Sigues descargando sobre el niño tus propias ambiciones incumplidas. Todo padre quiere que su hijo sea su vivo retrato.
Sin embargo, el niño tiene un destino propio, sí se convierte en imagen tuya, nunca será él mismo. Y si no eres tú mismo, nunca te sentirás satisfecho; nunca te sentirás a gusto con la existencia.
Estarás siempre echando algo de menos.
Conocer el rostro original de uno es el principio de una vida de amor, de una vida de celebración

Gracias Maestro Osho, por dejarnos tanta sabiduria y belleza en tus textos.

9 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Siempre es reconfortante leer a Osho, porque nos hace observar las cosas desde otra perspectiva.

los hijos no son nuestros decia Gibrán son hijos de la vida, por lo tanto nuestro deber es cuidar de ellos pero respetar su individualidad.

Gracias Salva
Besos.

LONDONNEK dijo...

Nunca acabaremos de conocernos del todo, porque el hombre, cuando dirige su mirada hacia sí mismo, tiene que guiarse en gran parte por intuiciones. Se pregunta con frecuencia por su propia identidad, se vuelve a su interior en busca de respuestas.
Conocerse a uno mismo permite convertirse en el artífice de la propia vida, ser fiel a lo mejor de uno mismo, vivir la propia vida más como protagonista y menos como un mero espectador.
Interesante entrada Salva.Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola : que razon tiene, en lo que dice, los padres sin querer, o repitiendo patrones aprendidos, inculcamos cosas a los hijos, no solo a quien se parece, si le decimos cosas que los confunden, sobre todo cuando son negativas, y luego, queremos para ellos cosas, estudios o trabajos, que son los que nos gustaria o creemos mejor. Cuando ellos tienen otras inquietudes o sueños, si se equivocan pues para eso estan en la vida para aprender. Lo mas importante es que tengan valores, y respeto a ellos, la naturaleza, y otros seres, y cuiden su salud psiquica y fisica.
Un abrazo.

Salva dijo...

ADRIANA ALBA
Gracias a ti por tu fiel aportación a mis entradas.
Me ha gustado esa frase de Gibrán.
Un beso.

LONDONNEK
Genial amigo, me encantan leer tus comentarios, eres capaz de enriquecer cada una de las entradas con una sencillez absoluta.
Un abrazo.

LUZYSOLYLUNA.
Gracias amiga siempre es un placer leer tus comentarios.
Un beso.

Hada Saltarina dijo...

Poco puedo añadir a un texto tan esclarecedor. Sólo darte las gracias por brindárnoslo.

Un abrazo

Runas dijo...

Siempre es interesante lo que nos dice osho. A mi me resulta dificil conocer mi rostro, porque dependiendo de mi estado de animo, me veo de una forma u otra, hay veces que me fijo en los detalles y otras casi ni me miro, supongo que a los niños les será aún mas complicado por lo que dice osho. un beso

Jade. dijo...

Nada mejor que dejarlos crecer en paz, sin tanto adiestramiento, tanto curso, tanta presion por demostrar que son los hijos ideales.

Que sean ellos, por ellos y no por nosotros.

Te dejo un beso.

teresa dijo...

Es verdad, cuando son pequeños siempre le vemos algo del padre o de la madre pero cuando se hace mayores lo ves con mas claridad a quien se parecen tanto fisica como emosionalmente.
Mi hija fisicamente es a mí, pero emosionalmente y su temperamento es de su padre.
En cambio mi hijo no se parece a mi fisicamente pero su manera de ser, de ver la vida, es como yo incluso somos del mismo signo, Acuarios.
Me ha gustado mucho la entrada mi querido amigo Salva.

M. J. Verdú dijo...

Admiro a Osho, en definitiva, hay que ser y dejar ser. No podemos decidir por los demás sino interferimos en su espacio vital.

Tus blogs son muy interesantes

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