"Con ellos comparto y con ellos recuerdo"

martes, 5 de abril de 2011

Y DIGO YO...

A veces pasa y suele ser cuando uno menos lo espera. De repente llega. Es una pregunta que surge de algún sitio remoto de la mente, sin duda oscuro, porque al salir a la luz de la consciencia parece deslumbrarse y deslumbrarse; es como una de esas criaturas primigenias de Lovecraft que habitan en el inframundo desde tiempo inmemorial y que nunca, hasta ese momento, había abandonado el quien sabe si confortable antro del inconsciente profundo para asomarse al exterior. Puede verbalizarse de formas diferentes:¿Y qué hago yo aquí? ¿De qué va esto? ¿Para qué existo?. En el fondo, es la pregunta eterna, la que infinidad de personas se han hecho antes que nosotros:¿Cuál es el sentido de la vida?

Uno anda tan ocupado en eso de vivir, que, de ordinario, no repara en para qué lo hace. El por qué está claro; se vive porque se está vivo, así de simple, pero el sentido, para qué,, no tiene fácil respuesta, si es que tiene alguna.

Contemplada friamente, la vida es una estupidez. Creo haberlo comentado en alguna otra ocasión: nacer y morir, sin más función que la de procrear para que la especie se perpetúe, que es lo que hacemos los seres vivos, no tiene sentido alguno. Nunca he entendido bien el empeño de los ecologistas en conservar las especies en vías de extinción. ¿Qué pasa porque se extingan? A los interesados, los miembros de esas especies, les trae al fresco: nacen sin saber por qué, el hambre les impulsa a comer, el instinto les lleva a fornicar, cuidan a sus cachorros hata que estos pueden valerse por sí mismos, empujados también por el instinto, y un buenn día se mueren. Si alguien les preguntara sobre la utilidad de tales funciones y tuviesen capacidad de responder, dirían: "Y yo qué sé..."

Los humanos somos distintos. Hacemos lo mismo, pero, eso sí, de otra manera. El intelecto nos permite sublimar los instintos y adornarlos con todo tipo de perifollos, además inventamos, componemos sinfonías y construimos autovías, pero, a la postre, nacemos y, tras un paréntesis más o menos largo, nos morimos. Si entre ambos inevitables acontecimientos todo fuera gozo y placer, la vida tendría su aquél, pero ni siquiera es así, gracias a esa otra peculiaridad nuestra, la de angustiarnos por lo que aún no ha sucedido, siempre estamos más pendientes de lo que nos falta que de lo que tenemos.

Le he dado muchas vueltas a la cuestión, he leído a los filósofos más eminentes, me he visto seis veces la película El sentido de la vida, de los inefables Monty Payton, y he preguntado a quien se ha puesto a tiro: nadie tiene ni puñetera idea de para qué estamos aquí, ni yo mismo, que ya es decir.

La única conclusión posible es que, vista desde la vida, la vida no tiene sentido alguno. Mañana me pondré con la oui-ja, a ver si desde el otro lado lo saben. Tendría gracia que para conocer el sentido de la vida uno tenga que morirse...

Fernando Jiménez del Oso.



7 comentarios:

LONDONNEK dijo...

¿Cúal es es sentido de nuestra vida?
Cada vida es única y tiene sentido propio. El de la nuestra se manifiesta en cada acto y lo dota de un valor especial. Descubrirlo es nuestra tarea mas humana y el gran camino para crecer.
Buen tema el de tu post Salva, un abrazo.

JAVIER AKERMAN dijo...

Fernando Jiménez del Oso tenía ese ácido sentido del humor, pero tan coherente a la vez. Quizá la respuesta al sentido de la vida esté más allá de nuestra limitada experiencia sensdorial diaria. Es probable que necesitemos "sintonizar" dicha respuesta con un estado alterado de conciencia que no es la ordinaria: ¿éxtasis místico? ¿vía contemplativa? ¿Iluminación? ¿Meditación analítica constante? ¿Oración?
Un fuerte abrazo, querido Salva.

Runas dijo...

Los seres humanos somos muy complejos, no tenemos suficiente con vivir dia a dia, si no que nos hacemos todo tipo de preguntas, algunas enrrevesadas y queremos encontrar respuestas a todas. Tambien están los que no se hacen ninguna pregunta porque bastante tienen con lograr lo basico para vivir un dia mas. Yo tengo mi punto de vista sobre la vida y si que le encuentro sentido , precisamente por eso me levanto cada dia dando gracias por estar viva un dia mas. Un beso

Hada Saltarina dijo...

A lo mejor, precisamente por ese sinsentido que a veces nos planteamos, tenga que existir un sentido aunque nos sea desconocido.

Un abrazo fuerte

Yessi dijo...

Quizas ese sentido se lo vayamos dando nosotros a lo largo de la misma, ese sentido que sin buscar vamos logrando entender con el paso del tiempo; o almenos asi lo creo, si no entonces también estoy completamente jodida.

Pero al final hay que encontrar nuestro propio sentido, ese en el que nosotros creamos, no en el que nos imponen.

Te dejo un abrazo muy muy fuerte.

teresa dijo...

No Salva, no es así. La vida es maravillosa lo que pasa es que no sabemos disfrutarla. Cuando por ,las circunstancias, ves que se hace corta tu sentido sobre ella cambia. Eres joven, tienes una estupenda familia y si hay obtáculos, saltalos y sigue. Un fuerte abrazo querido amigo.

Adriana Alba dijo...

Estas reflexiones y otras son las que el "buscador" se anima a penetrar para darle el verdadero sentido, creo que nadie tiene la ultima palabra, pero seguimos aprendiendo en este camino!

Mil abrazos Salva!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...