Existían unos hombres que vivían en una caverna profunda, de la cual nunca habían salido. Lo único que podían contemplar eran las sombras que se reflejaban en las paredes de la caverna por la poca luz que entraba en ella. Para ellos, lo real eran las sombras que observaban.Un día un hombre pudo escapar y subir por las difíciles paredes hasta lograr salir. Al principio sintió un gran dolor en los ojos, debido a que toda su vida, su vista contemplo solo la oscuridad y las imágenes de las sombras. Luego de un tiempo, los ojos se acostumbraron, y pudo apreciar el color de la naturaleza, el verde de las plantas, la luz del sol, todo lo que existe en la superficie, que su gente no fue capaz nunca de apreciar.Luego, el hombre bajo a las profundidades de la caverna, y compartió todo lo que había observado en la superficie. Pero los compañeros, no aceptaron las verdades que con gran esfuerzo el hombre pudo lograr alcanzar a contemplar. Luego lo culparon por sus revelaciones y lo mataron.En nuestra actualidad, existen verdades que tienen que ver con el día a día de la vida. Con el comportamiento de los seres humanos, con los valores y con las relaciones interpersonales. Estas verdades tienen que ver con una forma distinta de apreciar la realidad que nos rodea, tienen que ver con el comportamiento psicológico de los seres humanos. Esta nueva verdad esta al alcance de todos.
De cada uno depende seguir sumergidos en el mundo de lo material, de lo externo, de la corriente de pensamientos que no para, de las preocupaciones, de los deseos. Este mundo es la caverna.
Para leer el texto completo:El mito de la caverna de Platón
1 comentario:
Un mito integrador y explícito para aprender acerca de nuestras ilusorias limitaciones.
Un fuerteb abrazo querido Salva.
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