Día tras día, mes a mes, un año tras otro iba aprendiendo y recordando el significado de mi objetivo, mi meta.
Antes de mi graduación ya había realizado mis pinitos en este campo, algunos cursillos, algún que otro taller... nada serio. Lo más importante estaba por llegar.
El estudio concienzudo empezó el primer día de clase. Me presentaron a la que sería mi tutora, la joven que impartiría las clases hasta el día de mi licenciatura.
Tenía una manera peculiar de difundir la enseñanza.
Las palabras sólo eran señales que te dirigían hacia la profundidad de la materia tratada. Todas las clases eran impartidas mediante acciones, el ejemplo y solo el ejemplo era su herramienta de trabajo.
En cierta ocasión pregunté: ¿cuál es la definición de la palabra Amor?
Ella respondíó con un gesto, con una mirada.
¿Cómo podemos sentir el Amor? - pregunté otro día.
Ella respondía con una sonrisa seguida de un abrazo.
Yo preguntaba: ¿Cómo sé si estoy Amando?
Ella respondía con su entrega, con la aceptación de lo que era ese momento.
En cada curso, cada año de estudio, la vida me invitaba a que observase el espejo que tenía frente a mí. De esta forma iba recordando y viendo lo que yo era a través de lo que era ella. Todo lo que veía era una proyección, un reflejo fiel de mi mismo.
Por último decir que me queda un largo camino por recorrer para llegar a mi licenciatura, aunque sé que la conclusión de mi carrera es inevitable.
Intuyo que habrá otros profesores, otras universidades.
Por ahora me quedo con la experiencia vivida, el recuerdo y la presencia de mi fuente de inspiración, mi guía, mi musa, " mi Maestra del Amor".
Siento Mis Latidos