Yo le ofrecí mi mal genio y mi sentido del humor, mis angeles y mis demonios, mi orgullo y mi humildad.
Ella apenada me dijo que no tenia nada para darme.
Insatisfecho con su falta de entrega, busqué ... y encontré en un resquicio de su alma, un corazón herido, rebosante de amor y compasión.
Siento Mis Latidos
1 comentario:
Que bien que nadie se rinda, todos tenemos algo guardado, está en saber encontrarlo. Se augura una relación fantástica. Abrazos
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