Una solterona frustrada se convirtió en la pesadilla de la policía. No hacía más que llamar para decir que había un hombre debajo de su cama. Al final, la llevaron a un psiquiátrico donde le recetaron las últimas medicinas, y al cabo de unas semanas el doctor pasó a entrevistarla y ver si se había curado.
Señora, Adelaida ~le preguntó el doctor~ ,¿sigue viendo a un hombre debajo de su cama?
Ya no contestó. Pero cuando el doctor estaba a punto de firmarle el alta, ella añadió: "Ahora veo dos".
El doctor le dijo al personal del hospital que sólo había un tipo de inyección que podía curar su problema, al cual él denominaba "virginidad maligna". Sugirió que la instalaran en su habitación junto con Marcial, el carpintero del hospital.
Localizaron a Marcial; le dijeron cuál era el problema de la mujer, y que le encerrarían con ella durante una hora. Él dijo que no llevaría tanto tiempo. Un grupo ansioso se congregó alrededor de la habitación... Oían:
Oh, pare. ¡Mamá nunca me lo perdonaría!
Deje de gritar; es algo que alguna vez hay que hacer. Lo tenía que haber hecho antes hace muchos años.
¡Entonces hàgalo a la fuerza, bestia!
Es como lo habría hecho su marido en el caso de que hubiera tenido uno.
Los médicos no pudieron resistir y entraron.
Ya la he curado ~dijo el carpintero.
¡Me ha curado! ~dijo la señora Adelaida.
Había serrado las patas de la cama.
Localizaron a Marcial; le dijeron cuál era el problema de la mujer, y que le encerrarían con ella durante una hora. Él dijo que no llevaría tanto tiempo. Un grupo ansioso se congregó alrededor de la habitación... Oían:
Oh, pare. ¡Mamá nunca me lo perdonaría!
Deje de gritar; es algo que alguna vez hay que hacer. Lo tenía que haber hecho antes hace muchos años.
¡Entonces hàgalo a la fuerza, bestia!
Es como lo habría hecho su marido en el caso de que hubiera tenido uno.
Los médicos no pudieron resistir y entraron.
Ya la he curado ~dijo el carpintero.
¡Me ha curado! ~dijo la señora Adelaida.
Había serrado las patas de la cama.
A veces la cura es muy simple. Pero sigues haciendo mil cosas. El carpintero hizo bien: ¡bastaba tan sólo con serrar las patas de la cama! ¿Dónde se iba a esconder el hombre ahora?
El sexo es la raíz de casi todos tus problemas. No puede ser de otra manera después de miles de años de envenenamiento. Hace falta un gran purgante. Reclama tu libertad. Reclama tu libertad de amar. Recupera tu libertad de ser, y entonces la vida ya no será un problema. Será un misterio, será un éxtasis, será una bendición, pero no un problema.
Osho (Amor, Libertad, Soledad)
10 comentarios:
Al principio, me lo he tomado como un chiste y comencé a reírme, pero conforme fui leyendo y llegué al final, estoy totalmente de acuerdo con tus planteamientos.
Un abrazo y buen fin de semana, Salva.
Cada uno es libre de elegir como vivir su sexualidad, claro que sin hacerle daño a nadie.
Lamentablemente la sociedad sigue teniendo prejuicios sobre ello.
Muy buena entrada!!!
Cariños...
Muchas veces tenemos la solución en frente de nosotros, pero no vemos más allá de las narices. El carpintero fue muy salomónico, en este caso.
Gracias por visitarme.
Abrazos.
Salva Enhorabuena por este nuevo articulo es muy bueno Feliz domingo Saludos
Tenemos una extraña tendencia a complicarlo todo. Muy sabio el carpintero, tenia las idea bien claras. Dejaremos que el amor fluya con toda la libertad posible.
Salva, buen planteamiento.
Un abrazo.
Excelente entrada Salva.
La represión es mala consejera en cualquier aspecto.
Besos muchos.
A veces nos cuesta trabajo ver la solución, y resulta que la tenemos delante nuestras narices. Un Fuerte ABRAZO
Muchas veces me pregunto por qué nos empeñamos en complicar tanto lo natural!
En otro orden de cosas, decirte que no consigo añadirte como favorito -no sé por qué- y que por eso a veces me retraso en ver tus posts ya que no me aparecen al momento en que los publicas.
Besos, Salva
Según avanza lo escrito vas entendiendo todo... Muy bueno... Un saludo desde Murcia.
tenemos que liberarnos de tantas cosas que nos reprimen... buena entrada!
Un saludo
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